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Brujas

No es casualidad que Brujas siempre esté incluida en esos tours que abarcan varias ciudades de Europa con el nombre “Ciudades de ensueño” o algo parecido, porque es realmente increíble.
Fui el lunes aprovechando que casi todos los museos de Bruselas estaban cerrados y no era la única, todos los españoles (e italianos) que poblaban Bruselas viajaron conmigo. El viaje dura una hora solamente y a mitad de camino está Gent adonde no paré pero que también es muy lindo, según dicen.
Ya el camino desde la estación hasta el centro es lindo. Las calles están rodeadas de casitas con frentes de ladrillo y cortinas de encaje en las ventanas. Cada tanto aparece una iglesia o una pequeña plaza y hasta los negocios son simpáticos.


En la plaza central domina obviamente el Hôtel de Ville y Brujas tiene también el Belfort que es una torre altísima, creo que alguna vez fue prisión, desde donde se tienen unas vistas inmejorables de la ciudad. Eso sí, para disfrutarlas hay que subir 366 escalones y juro que cuesta! Pero vale la pena.

Como sólo fui a pasar el día me aseguré de hacer todo lo imprescindible, según yo por supuesto.
Primero subí al Belfort y me quedé sin aire por las vistas y por la subida.

Después comí papas fritas porque nuestras populares fritas (frites por acá) son una verdadera pasión en Bélgica parece. En Brujas incluso hay un museo! Y justo debajo del Belfort hay dos puestitos que compiten por atraer a la mayor cantidad de clientes y la verdad que, a pesar del olor a grasa que domina el aire, las papas estaban espectaculares. Y Las comen todos, no solo los turistas, sino cualquier local se toma cinco minutos para este snack.

Después me alquilé una bici y creo que es la mejor manera de conocer la ciudad. Todo el mundo anda en bicicleta y parece que nadie roba porque cuando entran a comprar algo o a hacer un trámite las dejan en la calle como si nada. Así recorrí casi toda la ciudad y me gustó especialmente bordear los canales. Fue divino. Para colmo el día estuvo espectacular después de dos días fríos, nublados y con lluvia en Bruselas.



Por último, comí un waffle con salsa de chocolate. Estaba buenísimo.

Además la ciudad está toda adornada por navidad y en la plaza central hay una pista de patinaje.

Y justo cuando decidí volver después de dar una vuelta por los negocios, se largó a llover, como para que no me diera pena.
No duden en visitar Brujas si pueden, es una verdadera belleza.

Comentarios

  1. Hola Laura,
    Gracias por pasar por mi blog y dejar tu comentario.
    El tuyo es hermoso. Me encantó este paseo por Brujas
    Saludos desde Rosario
    Elisa

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