El final de nuestro recorrido por Japón fue en Tokio, una ciudad que visitamos hace 10 años con Marisu como escala afortunada en nuestro camino al sudeste asiático. En aquella ocasión, todavía no sé cómo, recorrimos muchísimo en unos cortos tres días marcados por un jetlag brutal. Esta vez no había jetlag, pero sí bastante cansancio porque en los días previos no paramos.
Me encanta visitar ciudades por segunda vez (o tercera, o cuarta...) porque mis primeras visitas suelen ser más frenéticas y en las siguientes puedo pasear con más calma, aunque siempre se vuelve a determinados sitios y siempre hay algo nuevo para ver. Así fue esta vez, las tres conocíamos y por eso no sentimos la "obligación" de correr de un lado al otro para visitar los "imperdibles".
Visitar la ciudad por segunda vez también nos permitió elegir mejor el lugar donde alojarnos. En nuestro primer viaje estuvimos en Shinjuku, cerca de la estación Shin-Okubo, que es uno de los barrios más turísticos y masivos de la ciudad (y del mundo). Esta vez preferimos otra zona para conocerla pero también para estar más tranquilas y optamos por Ginza, cerca de la Estación de Tokio, y fue una gran elección. Es una zona elegante, tranquila, con muchos edificios de oficinas pero también con hoteles, viviendas, algunos restaurantes y los combini salvadores. Además tiene muy buena conexión con distintos tipos de transporte.
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| Intervenida con IA |
Algo que puede asustar de Tokio cuando se viaja por primera vez son las distancias entre los sitios más atractivos, pero no hay que preocuparse. En nuestro primer viaje descubrimos que se podía ir caminando fácilmente entre muchos de ellos y, si el cuerpo aguanta, es una gran manera de conocer, pero si algo distingue a esta ciudad es el sistema de transporte público, compuesto por trenes, metro y buses, en los que se puede llegar a cualquier lado en poco tiempo. Usar el transporte de Tokio también asusta, pero todo se logra, ya les contaré.
Un poco de historia (con ayuda de la IA)
La ciudad de Tokio fue en su origen una pequeña aldea de pescadores llamada "edo" que creción hasta convertirse en la ciudad más grande del mundo en el siglo XVIII. Desde entonces es el centro político y cultural de Japón. En el siglo XIX adquirió su nombre actual y pasó a ser ciudad Imperial y capital de la nación. A partir de entonces, Tokio se embarcó en un ambicioso programa de modernización e industrialización, adoptando rápidamente tecnologías y estilos arquitectónicos occidentales. A pesar de haber sido devastada por el Gran Terremoto de Kantō de 1923 y los intensos bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, la ciudad demostró una increíble resiliencia, reconstruyéndose y expandiéndose para convertirse en la megaciudad global, tecnológica y económica que es hoy.

Hoy Tokio es una megaciudad global que combina la vanguardia tecnológica y financiera con una profunda apreciación por su cultura y tradiciones, atrayendo a millones de visitantes. Una de las principales características es la coexistencia fluida entre lo tradicional y lo pop.
La ciudad, y el país, no está excenta de problemas. Tokio se rige por un estricto código social centrado en la armonía (wa), la pulcritud y el respeto a las normas. La presión social por el éxito y la conformidad sigue siendo intensa, especialmente entre los jóvenes, lo que ha llevado a fenómenos como la cultura otaku (vista a veces como un escape del carril social) y a una creciente introspección sobre los desafíos de la vida moderna y el futuro.
Seguramente su enorme atractivo está en las múltiples facetas de su cultura y en la curiosidad que nos despierta esa mezcla tan interesante de tradición y modernidad.
Nuestro recorrido
Ginza
Avenida Chuo-dori ⭐⭐⭐
Kayabacho ⭐
Akihabara
Electric Town ⭐⭐
Ueno
Ameyoko Shopping Street ⭐⭐
Parque Ueno ⭐⭐
Shinjuku
Zona comercial ⭐⭐
Estación Shinjuku ⭐⭐⭐
Pantalla 3D ⭐⭐
Omoide Yokochō ⭐⭐⭐
Golden Gai ⭐⭐⭐
Ayuntamiento ⭐⭐⭐
Ropponghi
Azzabudai Hills ⭐⭐
Teamlab Borderless ⭐⭐⭐
Shibuya
Cruce ⭐⭐⭐
Zona comercial ⭐⭐
Chiyoda
Estación de Tokio ⭐⭐⭐
Forum internacional ⭐⭐⭐
Palacio Imperial de Tokio ⭐⭐⭐
Omotesando
Takeshita-dori ⭐⭐
Omotesando Hills ⭐⭐⭐
Tokyu Plaza Omotesando ⭐⭐
Lugares que visitamos en 2015 y no repetimos esta vez: Terraza mirador de la JP Tower frente a la Estación de Tokio ⭐, Mercado Tsukiji ⭐⭐, Templo Senso-ji ⭐⭐⭐, Mori Art Museum ⭐⭐⭐
No llegamos a visitar (un montón de lugares, nombro solo algunos): Templo Gōtokuji, Starbucks Reserve, los Public Toilets, Museo Nezu, 21_21 Design Sight, The National Art Center, Harajuku, Catedral de Santa María, Sumida
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Ginza
Haciéndole honor a nuestro barrio empezamos con un paseo por la zona más elegante de Ginza, la Avenida Chuo-dori, que por ser domingo estaba cerrada al tránsito y era peatonal. Aquí están las marcas de lujo y otras no tan caras pero muy famosas, como Uniqlo, en edificios grandiosos. Me hizo acordar a la Quinta Avenida de Nueva York en su mejor momento, e impecable a diferencia de aquella.
Ginza sufrió un gran incendio en 1872 y debió ser reconstruido y se transformó en uno de los barrios más modernos, elegantes y caros de la ciudad.
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| El edificio de ladrillos de vidrio de la derecha es la Maison Hermès diseñada de Renzo Piano, 1998 |
Hay otros sectores de Ginza, menos transitados por los turistas, por el norte hacia Akihabara, como Kayabacho. Es una zona también muy elegante, con oficinas, hoteles, menos comercios, cruzado por unos canales que llegan al rio Sumida. Para un próximo viaje me queda explorar el río, que en estos dos viajes apenas pude ver.
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| La imagen del centro abajo me encanta porque es prueba de que aquí, como en Hong Kong por ejemplo, se siguen usando tecnologías tradicionales como el bambú para construir andamios. En este caso parecía que estaban quitando unas lámparas de papel que adornaban la fachada de la tienda. |
Akihabara
Por este camino llegamos a Akihabara que no puede ser más diferente. Este barrio, nació como el "Electric Town" (Ciudad Eléctrica) de Tokio tras la Segunda Guerra Mundial, estableciéndose como un vibrante mercado negro y, posteriormente, como el epicentro para la venta de radios, componentes electrónicos y, más tarde, electrodomésticos y tecnología de consumo.
Hoy se caracteriza por sus tiendas de productos electrónicos, locales especializados en manga y anime, los maid cafés donde las camareras atienden vestidas como sirvientas, los edificios con máquinas de todo tipo para jugar, entre otras cientos de cosas entretenidas. A partir del atardecer es su mejor momento porque se encienden los miles de carteles que adornan las fachadas, pero de día también tiene lo suyo. Nosotras aprovechamos para sacarnos fotos en una cabina y nos divertimos muchísimo.
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| Estas cabinas son divertidísimas sobre todo porque hay un tiempo determinado y no entendíamos qué habia que hacer, así que las fotos siempre nos encontraban mal ubicadas. Después de las tomas se pueden elegir 2 o 3 imágenes y agregarle efectos y adornos. Al final la máquina nos entregó dos stickers. |
La próxima vez que vaya a Tokio (Ja! ya asumí que voy a volver) no pienso visitar Akihabara porque ya fui dos veces y hoy me interesan otras cosas, pero es interesante ir al menos una vez porque el animé, la electrónica y los juegos son parte fundamental de la cultura joven japonesa.
Ueno
Después de comer otra moneda con queso (son muy ricas) fuimos caminando hasta Ueno y terminamos en una zona que no conocíamos, Ueno Ameyoko Shopping Street, una zona llena de locales con productos de todo tipo, muchos de imitación, y también con bares y restaurantes. Aprovechamos para hacer una parada técnica y picar unas brochetes.
Seguimos hasta el parque Ueno que es inmenso, lleno de sectores diferentes, y que, como muchos espacios públicos en Japón no tiene bancos! No entiendo por qué es eso pero estábamos agotadas y no encontrábamos donde sentarnos. A ver si se apiadan de nosotros por favor!
El parque está en terrenos con mucha historia, en el siglo XVII allí se encontraba el Templo budista Kaneiji destruido en 1868 durante la batalla de Ueno. El parque fue abierto como tal en 1873 durante el gobierno Meiji y fue obsequiado a la ciudad por el Emperador Taishō en 1924 por lo que su nombre oficial es Parque Ueno Regalo Imperial. Hoy alberta el Museo Nacional, el Zoológico, y la pagoda de cinco pisos que pertenecía al templo Kaeniji, entre otras atracciones. Es un paseo preferido de los ciudadanos y suele estar repleto, sobre todo en fin de semana.
Shinjuku
Ese día terminamos la maratón en Shinjuku, tal vez el barrio más famoso de Tokio. Su origen se remonta al período Edo cuando era una posta importante en el camino hacia el oeste del país pero comenzó su desarrollo como centro comercial y de ocio después del terremoto de 1923 y se reconstruyó luego de la segunda guerra mundial como centro administrativo y de negocios.
Allí se encuentra la estación del mismo nombre que es la más transitada del mundo, record Guiness, por donde pasan casi 4 millones de personas cada día. Internarse en las decenas de túneles y pasarelas de la estación es toda una experiencia, en nuestro primer viaje nos alucinó la manera en que la multitud circulaba como si fueran insectos pero a un ritmo que solo alterábamos los turistas que no sabíamos bien para donde disparar. En esta visita, abril de 2025, toda la zona estaba en obra así que era aún más caótica, nos escapamos en cuanto pudimos.
Allí también está una pantalla 3D super realista con un gatito travieso que es una de las grandes atracciones.
Pero Shinjuku no es solo edificios altos, carteles y multitudes, también encontramos Omoide Yokochō, el callejón de los recuerdos, que está muy cerca de la estación y está lleno de pequeños restaurantes y bares donde apenas caben 6 u 8 personas. No pudimos cenar allí porque era temprano pero tiene mucha onda.
Otra zona interesante es Golden Gai, una serie de callejones con bares minúsculos, solo para 5 o 10 personas, que nació como mercado negro luego de la Segunda Guerra y era frecuentado por artistas y escritores. Nosotras pasamos por la tarde cuando casi todos los bares estaban cerrados, pero esta zona es ideal para el hashigo-zake (ir de bar en bar). Para llegar pasamos por el Pasaje de las cuatro estaciones, un camino curvo rodeado de árboles que da la sensación de estar en un pueblo. Otra vez esos contrastes que tanto me gustan.
Para terminar fuimos al edificio del Ayuntamiento que vale la pena conocer, no solo porque es una gran obra del arquitecto Kenzō Tange construido en 1991, sino porque tiene un mirador gratuito con excelentes vistas de la ciudad y todas las noches hacen un espectáculo de proyecciones en la fachada.
Para ingresar al mirador hicimos unos 30 minutos de cola y llegamos justo cuando anochecía que es un gran momento para ver la ciudad iluminada.
El espectáculo de mapping y proyecciones fue muy bueno, combina imágenes con música y sonido. Además está todo dispuesto para poder disfrutar del espectáculo con unas superficies de césped sintético donde uno se puede acostar comodamente. Dura unos 20 minutos.
Ropponghi
Una de las actividades que más disfrutamos fue la visita a Teamlab Borderless, un espectáculo inmersivo interactivo del grupo Teamlab que produce los mejores shows de este tipo en el mundo. Está en Azabudai Hills, un complejo muy interesante de torres con comercios de lujo en Ropponghi, cerca de la Torre de Tokio.
Pero lo importante es Borderless y me va a ser muy dificil contarlo en palabras y mostrarlo en imágenes porque las fotos y videos que saqué no le hacen justicia. Mejor les digo que no se lo pierdan si visitan Tokio o si se cruzan con algún espectáculo de Teamlab en el mundo (hay otro en la ciudad que se llama Planets, también hay en Kioto y Osaka y yo vi uno en París hace años), porque es algo único, divertido y sorprendente.
En este caso hay varias escenas, que transcurren en distintos ambientes, relacionadas con la naturaleza. Flores, plantas, animales y mariposas se deslizan por los espacios creando imagenes preciosas, acompañadas por música hermosa.
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| Este espacio era hermoso, como un bosque de bambú en el que uno se iba sumergiendo entre las flores que cambiaban de colores, el piso estaba en pendiente dando la sensación de un prado. |
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| Este espacio era increíble, estaba lleno de unas especies de estalactitas de cristal LED que cambiaba de colores y ritmos. Estuvimos un montón de tiempo porque era hipnótico, lástima que no lo puedo mostrar bien. |
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| Esta sala era divina. Simulaba un mar poblado de criaturas de colores y descubrimos que eran dibujos de los visitantes que cuando los escaneaban cobraban vida y se lanzaban a nadar en el mar. La tortiguita violeta es mía 💜 |
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| Más imágenes de espacios increíbles en los que el visitante se sumerge en universos mágicos |
Realmente es una experiencia alucinante, divertida, asombrosa. Nos gustó tanto que nos quedamos más de tres horas, también gracias a que no era nuestra primera vez en la ciudad y pudimos dedicarle todo el tiempo que quisimos.
Shibuya
Por la tarde dimos una vueltita por Shibuya pero llovía y estábamos cansadas así que apenas hicimos el cruce (del que no saqué ni una foto) e hicimos algo inusual pero viral, comprar lentes y tenerlos listos en una hora. Lo habíamos visto en montones de reels y como las tres los necesitábamos fuimos a Jins para ver si era cierto que hacían el diagnóstico y los lentes en tan poco tiempo. Y sí, es cierto. Yo no me los pude hacer porque los míos llevaban 7 días, pero Marisu y Pilar sí pudieron y el servicio fue muy bueno. En la planta baja venden los armazones, muy lindos y a buen precio, y en la planta alta hacen las prescripciones pasando por una serie de aparatos, más o menos una hora después están listos. Si les interesa, es algo interesante para aprovechar.
Chiyoda
En nuestro último día fuimos a la zona administrativa y política de la ciudad, el barrio Chiyoda City donde están la estación de Tokio y el Forum Internacional. La estación estaba muy cerca de nuestro hotel y la veíamos todos los días pero tiene dos lados, uno en el que se conserva la estación tradicional, y otro moderno, hacia Ginza, compuesto por el Gran Roof y la salida Yaesu, desarrollado por el estudio de arquitectura japonesa JR East Design Corporation, en colaboración con la firma Nikken Sekkei. De este lado hay un paseo comercial con una lindísima galería elevada.
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| Esa escalera debajo del Gran Roof es el único lugar de la estación donde hay bancos para esperar o descansar. Sigo sin entender por qué les dan alergia. |
Nuestro principal objetivo era visitar el Forum Internacional, edificio diseñado por el arquitecto uruguayo Rafael Viñoly que se destacó en sus primeros años en Argentina y luego tuvo una gran trayectoria internacional. Este edificio está compuesto por un gran atrio de cristal y un bloque ciego que aloja salas de conciertos y convenciones. Es una visita obligada para los arquitectos y estudiantes.
Seguimos caminando por este barrio hacia el Palacio, es una zona muy elegante y tranquila. Por la llegada de la primavera encontramos una instalación muy linda en las calles.
Así llegamos al Palacio Imperial de Tokio es la residencia oficial del Emperador de Japón y se ubica en el lugar del antiguo e histórico Castillo de Edo. Se convirtió en la residencia imperial en 1868, cuando la capital se trasladó de Kioto a Tokio (antiguo Edo) tras la Restauración Meiji. Hoy en día, es el centro ceremonial y administrativo de la Familia Imperial y el gobierno japonés. Fue construido sobre las ruinas del Castillo de Edo, por lo que aún conserva elementos defensivos originales como fosos, murallas de piedra y puertas fortificadas. El Palacio está cerrado al público, salvo en fechas especiales, pero se pueden recorrer los jardines que son bellísimos.
Omotesando
Terminamos la tarde en Omotesando, que es parte de Shibuya, y, como todo en Japón, tiene (por lo menos) dos lados. Sobre la avenida Omote-Sando hay locales de marcas de lujo y a unas pocas cuadras está Takeshita-dori (en la que no saqué fotos) reconocida a nivel mundial como el centro de la moda juvenil y la cultura pop más extravagante de Japón. Paralela a la avenida descubrimos un complejo comercial que nos gustó mucho, Omotesando Hills diseñado por nuestro admirado Tadao Ando. En el diseño de Andō buscó integrar la estructura en la pendiente natural de la calle y respetar la tradición de los apartamentos Dojunkai Aoyama que ocuparon el sitio previamente. También nos adentramos en calles que no habíamos recorrido en la visita anterior donde encontramos locales de moda alternativa.
En el cruce de Omote-Sando y Meiji-dori hay un centro comercial llamado Tokyo Plaza que está compuesto por dos edificios enfrentados: Tokyu Plaza Omotesando "OMOKADO", inaugurado en 2012, que tiene la famosa entrada "Kaleidoscope" y el jardín en la azotea; y Tokyu Plaza Harajuku "HARAKADO", inaugurado en 2024, que cuenta con una terraza jardín en el quinto piso.
Por la noche dimos una vuelta por Ginza para hacer las últimas compras y visitar el edificio de Uniqlo diseñado por el estudio suizo Herzog & de Meuron.
Así terminaron cuatro días en esta ciudad que es de esas a las que volvería una y otra vez si no quedara tan lejos. En el próximo posteo, si me sale, intentaré transmitir mis sensaciones durante este viaje que me produjo un disfrute que fue mucho más allá de poder visitar ciudades hermosas, conocer excelente arquitectura y probar su gastronomía única.
+ info
Transporte
Llegamos desde Kioto en el Shinkansen (tren bala) que ya habíamos tomado para ir a Naoshima y que hay que experimentar aunque sea una vez. Sacamos los pasajes un par de días antes en la estación de Kioto y, por la fecha, fue con reserva de asiento. Por lo que nos dijeron, a partir del 26 de abril todos los pasajes se emitían con reserva, sin asiento asignado es más barato. El pasaje nos costó en abril 2025 unos 100 dólares, más o menos como un vuelo pero es mucho más cómodo y rápido porque no hay tiempo de espera y las estaciones son muy accesibles.
En general se accede a la zona de embarque unos 20 minutos antes pero recomiendo ir con tiempo porque las estaciones son gigantes y a veces cuesta encontrar el acceso que corresponde. Otra cuestión a tener en cuenta es que el tren permanece en la estación menos de 5 minutos por lo que hay que apurarse a subir. Tengan en cuenta además que pasa un tren bala cada 5 minutos (sí, aunque parezca increíble) por lo que tienen que estar atentos al número de tren que reservaron.
Otro detalle es que en el trayecto Kioto-Tokio, a la ida y a la vuelta, se puede ver el monte Fuji si está despejado. Cuando sacan el ticket pueden pedir el asiento en el lado que corresponda, de Kioto a Tokio es el izquierdo.
El último tip es que en los trenes no se pueden consumir alimientos y bebidas pero en el Shinkansen sí, por eso conviene comprar unos snacks para las 2 horas y media de viaje. Nosotras habíamos desayunado bien así que no teníamos mucho hambre pero igual nos llevamos unas cositas.
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El tren es espectacular, la forma aerodinámica fue diseñada para reducir el impacto al ingresar a las estaciones a tan alta velocidad. En los andenes las formaciones se anuncian en los carteles, en japonés y en inglés, y en el piso están marcados los accesos a cada coche. Dentro de los coches no hay lugar para valijas grandes, casi no hay lugar para valijas chicas tampoco, así que hay que arreglárselas. Después vimos que uno de los lados había unos estantes con reserva pero no sé cómo se sacan, supongo que al comprar el ticket. Tuvimos suerte con el Monte Fuji, lo vimos por casi media hora y disfruté las vistas con una tarta de frutilla riquísima. |
Dentro de la ciudad tomamos tren y metro y caminamos bastante también. El sistema es espectacular, hay decenas de líneas y cientos de estaciones por lo que haciendo combinaciones se puede llegar a todos lados. Google maps da indicaciones perfectas.
Lo más cómodo es usar algunas de las tarjetas prepagas como la Suica pero nosotros nunca la compramos así que cada vez que viajábamos compramos el ticket en las máquinas expendedoras, solo en efectivo. En los IPhone la Suica está disponible en Wallet, pude usarla solo un par de veces porque no me tomaba las tarjetas argentinas para hacer las recargas. Ahora me dijeron que a través de Astropay se puede cargar sin problemas.
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| Las estaciones son un mundo y están llenas de pasajes subterráneos con comercios de todo tipo y muchos restaurantes, se puede caminar varias cuadras sin salir a la calle. |
Para ir al aeropuerto a tomar el vuelo a Seúl optamos por el Airport Limousin Bus en la estación de Tokio porque tenía muy buen precio es más sencillo que ingresar a la estación y encontrar el Narita Express. El ticket se puede comprar en un local sobre el exterior de la estación. Circulan desde varias estaciones a partir de las 6 de la mañana y demoran más o menos una hora hasta Narita. Como salíamos a primera hora, la noche anterior fuimos a verificar desde donde salía y el horario de apertura de la oficina, es algo que estamos haciendo en todas las ciudades para evitar problemas de último momento. Alojamiento
En nuestra primera visita a Tokio nos habíamos alojado en un hotel con las típicas habitaciones diminutas así que esta vez nos esforzamos por encontrar un hotel que, además de estar bien ubicado y tener buen precio, tuviera una habitación un poco más cómoda. Lo logramos! A través de Booking, como siempre, reservamos el Nest Hotel Tokio Yaesu.
Excelente ubicación, en Ginza, a unas cuadras de la estación de Tokio, hotel cómodo, con buen servicio, bien decorado. En la planta baja tienen una máquina de café, chocolate y té que está disponible todo el día y por la mañana ofrecen panes y croissants para hacer un rico desayuno en la habitación. Además tienen horno eléctrico y microondas y lavarropas.
Para elegir la habitación estuvimos piolas y reservamos una habitación accesible para discapacitados, resultó ser más grande y cómoda de lo habitual, estuvimos muy cómodas. Teníamos pijamas y pantuflas, frigobar, té, café y agua, además de los artículos de tocador que todos los hoteles japoneses tienen a disposición sin límites.
Gastronomía
Igual que en las ciudades anteriores la comida fue riquísima. No comimos tanto porque desayunábamos bien, quizás comprábamos algún snack al mediodía pero en general solo cenábamos, y, aunque nos faltó probar un montón de cosas, comimos riquísimo en todos los lugares que probamos.
No voy a recomendar ningún lugar en particular, solo uno en realidad, porque la comida es básicamente buena y rica en cualquier lado, hay que animarse a entrar. Y ni hablar de los combini, como el famosísimo 7 eleven, de los que hablaré en otro posteo.
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| Ramen, por supuesto, en un local del subsuelo de la estación donde claramente no tienen idea de cómo era el Che Guevara. Un plato combinado de carne y arroz con unos acompañamientos indescifrables pero ricos, también en un subsuelo de estación. Curry tonkatsu en un lugar insólito, una especie de café estilo inglés en Ginza, pero estábamos antojadas y fue el primer lugar que encontramos que lo servía. |
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| El único lugar que voy a recomendar es Tokyo Aburagumi Sohonten Nishi-Shinjuku, a unos 400 metros del Ayuntamiento, porque ese plato de fideos (que no era sopa como nos repitieron varias veces) es uno de los platos más ricos que probé en el último tiempo. Fideos de harina de trigo con cerdo, verduras, bambú y alga. Era el único plato, solo se podían variar los toppings y el tamaño (aunque todos los tamaños costaban igual). Como en muchos lugares había que pedir en una máquina, sólo efectivo. |
Próxima parada Seúl!!!!
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