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Atenas

Estamos terminando el 2020 (por suerte) y todavía no se puede viajar, al menos no con cierta normalidad, por lo que no queda otra que regocijarse con los recuerdos de viajes pasados y bellos. Es mi combustible para aguantar hasta el próximo. 

2019 fue un buen año para mí en ese sentido porque para empezar tuve la oportunidad de regresar a dos países que me encantan y a los que volvería una y otra vez: Grecia e Italia. En Grecia repetí destinos, Atenas, Santorini y Mykonos, y en Italia conocí Sicilia. 

¿Por qué repetir en Grecia? Principalmente porque viajé con 4 amigas, dos me habían acompañado en el primer viaje a ese país pero las otras dos no conocían aún y nos pareció que Atenas era una parada obligada y Santorini y Mykonos son tan hermosas que no importa realmente que sean tan turísticas. Espero, sin embargo, poder ir una tercera vez para conocer más de la parte continental y de las tantas islas paradisíacas que pueblan en mar Egeo. 

En fin, empecemos. Atenas!

Conocí esta ciudad en mi anterior viaje a Grecia en 2011. Era un momento muy difícil para el país, había una gran crisis económica, política y social, protestas y huelgas casi todos los días y en la ciudad se veían las consecuencias de esa situación con negocios cerrados, algunos sitios vandalizados y gente viviendo en las calles. A pesar de ese panorama, que a los argentinos no nos es ajeno lamentablemente, Atenas nos recibió con una ciudad muy agradable, gente agradable, buen ambiente a pesar de todo, una comida exquisita y verdaderos tesoros de la antigüedad con la Acrópolis como reina absoluta del escenario. 



En esa ocasión nos encantó y siempre guardé un hermoso recuerdo y muchas ganas de volver y en este último viaje corroboré por qué. Atenas sigue siendo una ciudad super agradable, con un gran clima, bellas vistas, un ambiente familiar que me recuerda a Buenos Aires aunque sea muy diferente, esa comida insuperable y la magnífica Acrópolis, pero a todo eso  se sumó lo que parece ser una franca recuperación de aquellos años tan difíciles. La ciudad está llena de rincones lindos para pasar el rato, se advierte un ambiente vibrante, joven y algo irreverente, es una ciudad divertida y lista para disfrutar. 

Las atracciones turísticas están en cercanías a la Acrópolis, Plaza Syntagma, y Plaka pero en esta ocasión y aprovechando que dos de las 5 amigas llegamos antes, convencí a mi compañera de viaje de hacer una visita de esas que hacemos los arquitectos a un edificio que había visto por ahí y tenía ganas de conocer: el Centro Cultural Fundación Stavros Niarchos, construido en 2016 en la zona de Kallithea, cerca del mar, y aloja también la Opera y la Biblioteca Nacional. 

El edificio es obra de Renzo Piano y es uno de los mayores edificios sustentables del mundo. Está compuesto por un enorme parque en forma de rampa que vincula la tierra y el mar. El corazón del complejo es el Agora, una plaza abierta al público flanqueada por la Opera y la Biblioteca. En la cima del parque está el Faro, que ofrece hermosas vistas tanto de la costa como de la ciudad y la Acrópolis. Es realmente una linda visita si les interesa la arquitectura y para salir del circuito típico y conocer otras zonas de la ciudad. 

Luego regresamos al centro y recorrimos Psiri, el barrio donde se encontraba el hostel en el que íbamos a pasar esa primera noche. Psiri, ubicado justo al lado de Monastiraki, es el barrio de moda por su movida. Estos dos barrios son una gran opción para alojarse o para ir a tomar un trago. 

La plaza Monastiraki es lugar de encuentro día y noche y un gran lugar para admirar la Acrópolis

Comenzamos nuestro segundo día en la ciudad tomando un tour gratuito en español. Esto es algo que tratamos de hacer en todas las ciudades al inicio para conocer datos básicos, y otros poco conocidos, y tener un primer acercamiento al lugar que luego nos permite recorrer con mayor seguridad. Nuestro elegido fue Freetour guiado por Dimitri y fue realmente muy bueno. 

El tour parte de la Iglesia Panagia Kapnikarea ubicada apenas a 50 metros de la peatonal Ermou, que es el calle comercial por excelencia, e incluye los monumentos sobresalientes de la antigüedad como el Agora romana, la Biblioteca de Adriano, el Templo Olímpico de Zeus, la base de la Acrópolis (la visita siempre es aparte), la Catedral, el Jardín Nacional y la Plaza Syntagma justo a tiempo para ver el famoso cambio de guardia frente al Parlamento

Durante el recorrido de algo más de tres horas Dimitris brinda datos certeros sobre la historia y la arquitectura de la antigüedad pero también con datos sobre la actualidad Griega, su cultural y hasta su economía. Ese es otro atractivo de estos tours porque rara vez los turistas que pasamos unos pocos días en un lugar llegamos a tomar contacto con gente local y enterarnos de estas cosas. 

A la derecha algunas imágenes del Agora romana, una antigua plaza pública de Atenas. En la Antigua Grecia, el ágora era el lugar de mercado y reunión de una ciudad. El término corresponde al foro de la civilización romana.(Wikipedia)

En estas imágenes arriba a la izquierda una típica calle de Plaka con sus comercios y restaurantes. En el centro la Estoa de Átalo, un pórtico helenístico situado en la parte oriental del ágora de Atenasconstruido por Átalo II Filadelfio, durante su reinado (159 a 138 a. C.) como regalo a la polis de Atenas en agradecimiento a la educación que había recibido en ella antes de ser rey. Fue destruida por los hérulos en el año 267 y reconstruida en los años 1950 por la Escuela Americana de Estudios Clásicos de Atenas, gracias a la financiación de John D. Rockefeller Jr. A la derecha la Biblioteca de Adriano o Biblioteca de las Cien Columnas construida en el año 132, por orden del emperador romano Adriano, para albergar su extensa colección de libros, además de funcionar como sala de lectura y centro de convenciones.
Abajo a la izquierda la calle peatonal Ifestou para compras de todo tipo. En el centro la Catedral de la Anunciación de Santa María también conocida como la catedral metropolitana de Atenas es una iglesia ortodoxa, también conocida popularmente como Mitrópoli. (Wikipedia)
A la derecha la calle Ermou vista desde el cuarto piso de Marks & Spenser. 

Arriba a la izquierda el Arco de Adriano a veces denominado Puerta de Adriano, similar en algunos aspectos a un arco de triunfo romano. Se sitúa en una antigua carretera que une el centro de la antigua Atenas al complejo de estructuras ubicado al lado oriental de la ciudad. 
En el centro a la izquierda el templo de Zeus Olímpico, también conocido como el Olimpeion, es un templo de Atenas. Aunque comenzado en el siglo VI a. C., no fue terminado hasta el reinado del emperador Adriano, en el siglo II. En las épocas helenística y romana era el templo más grande de Grecia. A su lado el antiguo estado Panathinaikó, también conocido como Kallimármaro por ser de mármol blanco, que antiguamente era escenario de los juegos en honor a la diosa Atenea y que albergó la primera edición de los Juegos Olímpicos modernos en 1896.
El resto de las imágenes corresponde al Jardín Nacional de Atenas, uno de los espacios verdes más amplios de la capital griega. Entre 1838 y 1839, la reina Amalia los mandó construir, pero no fue hasta 1923 cuando se abrieron al público, cambiándose el nombre de Jardines Reales a Jardín Nacional. El edificio es el Zappeion construido para los JJOO de 1896, hoy utilizado para reuniones y eventos. (Wikipedia)

El Consejo de los Helenos o Parlamento Helénico es el parlamento de Grecia, está localizado en el Antiguo Palacio Real, en la plaza Síntagma en Atenas y es la institución democrática suprema que representa a los ciudadanos griegos a través de los 300 Miembros del Parlamento , elegidos por sufragio directo, universal, secreto y obligatorio, para un período de 4 años. (Wikipedia)
Cada hora, frente al Parlamento y la plaza Syntagma, tiene lugar el cambio de guardia de los Evzones, la guardia presidencial. que custodian la tumba del Soldado Anónimo.  Sus movimientos imitan a los de los caballos gracias también a los trajes con una especie de crin en los gorros y los zapatos con punta metálica para que suenen sobre el suelo de piedra. Los domingos usan sus trajes de gala. 
 
Nuestro segundo día comenzó con la inevitable visita a la Acrópolis en la que no me voy a extender porque la describí con detalle luego de mi primera visita en 2011, pero sí les digo que es uno de los lugares más extraordinarios del mundo por la carga histórica y simbólica que encierra y por su enorme belleza. Mis fotos no le hacen justicia pero aquí las dejo esperando que puedan disfrutar de esta maravilla tanto como yo. 

Arriba el Teatro de Dionisio, dios de las viñas y del teatro, que fuera el mayor de la antigua Grecia, fue construido en el siglo IV a.c. Está situado en el lado sur y generalmente el recorrido inicia por aquí. 
En el centro y abajo el Odeón de Herodes Atico, construido en el año 161 como un auditorio cubierto para funciones musicales. 

Los Propileos, construidos por Perícles en el 437 ac, son el acceso occidental a la Acrópolis y ni la marea de visitantes logra quitarles su belleza y monumentalidad. Desde allí se puede observar el templo de Atenea Niké que conmemora el triunfo sobre los persas en la batalla de Salamina, fue construido en el 421 ac. Para mí es el templo más hermoso del conjunto por la armonía de sus proporciones y su ubicación que permite verlo contra el cielo azul. 

El Erectión fue construido en honor a los dioses Atenea, Poseidón y Erecteo, es de orden jónico y fue construido en el 406 ac. En la cara sur está el famoso pórtico de las Cariátides, seis estatuas de mujeres con vestidos drapeados que se convirtieron en un símbolo del arte griego. Las figuras son réplicas, las reales están en el Museo. 

El Partenón está dedicado a la diosa Atenea Pártenos, protectora de Atenas, fue construido entre el 447 y el 432 ac, por orden de Perícles, por los arquitectos Ictino y Calícrates. Con el paso del tiempo fue iglesia cristiana, mezquita musulmana, y depósito de municiones y una expolosión le causó serios daños al edificio y a las esculturas, algunas de las cuales fueron adquiridas por Lord Elgin en 1806 y se encuentran hasta hoy en el Museo Británico. Su restauración comenzó en los años 30 y aún continúa. 
Por su historia pero también por su belleza es sin dudas uno de los monumentos más reconocidos del mundo y puedo asegurarles que no defrauda. 
Obviamente no podía faltar la foto grupal con el magnífico Partenón de fondo. De izquierda a derecha Lorena, Pilar, Marisu, Giselda y yo. Se nos nota la felicidad no?

Las vistas desde la Acrópolis también son impresionantes

Esta visita se completa sin dudas con el Museo de la Acrópolis que exhibe piezas originales de los distintos templos y edificios especialmente las famosas cariátides, en el Erection de la Acróplis hay réplicas, que son de una delicadeza asombrosa. Algo muy conmovedor es que el museo está de alguna manera armado para alojar los frisos y las esculturas originales del Partenón adquiridas por Lord Elgin a principios del siglo XIX y llevados al Museo Británico, cuya restitución reclama Grecia desde hace muchos años. 

El piso superior del museo (foto inferior al centro) reproduce las dimensiones del Partenón y exhibe los relieves y esculturas que aún existen y se conservan en Grecia marcando el espacio de aquellos cuya restitución reclaman. 
Es muy importante también que el museo esté frente a la Acrópolis porque gracias a las fachadas vidriadas tenemos la constante presencia de la ubicación original de las piezas. 

La exposición es excelente y una de las mejores cosas es que las piezas están exhibidas en las mismas posiciones que ocupaban en los distintos templos y en el caso de los conjuntos más grandes han dejado vacíos en el lugar que ocupaban otras piezas que se perdieron o están en otros museos. 
Las esculturas exhibidas son de una maestría asombrosa y algunas, como el rostro que muestro arriba al centro, parecen modernas. 

Al pie de la Acrópolis está Plaka, el barrio más conocido, que no por ser tan turístico deja de ser encantador. Les recomiendo alejarse un poco de las cuadras más comerciales y perderse en las calles que suben y bajan ofreciendo rincones hermosos y vistas muy especiales. 

Plaka

Por aquí está el barrio Anafiotika con casas blancas de puertas azules al estilo de las islas, y más allá Thissio, un barrio con cafés, ferias y parques, muy agradable para pasar el rato. Desde ahí se llega muy fácilmente de vuelta a Psiri y Monastiraki pasando por el mercado de pulgas y la feria. 

Plaka y Anafiotika

Thissio

La mayoría de los turistas estamos todo el tiempo dando vueltas por Plaka pero alejándose un poco a pie se puede llegar a otros barrios menos turísticos donde se percibe mejor la vida real de los atenienses. 

Una linda visita es el Mercado Central donde se pueden encontrar productos frescos y también especialidades como aceitunas, aceite de oliva, condimentos (recomiendo el de mousaka porque tiene la mezcla de especias justa para reproducir ese sabor tan especial), halva (que en Argentina conocemos como mantecol) y unas almendras recubiertas de sésamo increíbles.  

El Mercado está sobre la Av. Athinas y continuando por ella se llega a la plaza Omonia y más allá al Museo Arequeológico Nacional que no visitamos, ya habíamos tenido bastante de arqueología, que está en el barrio Exarchia cuna de revolucionarios y escenario de manifestaciones pero también hogar de diseñadores y artistas alternativos, mucha vida nocturna pero también la vida real lejos de la locura turística que se vive a poca distancia. Nosotros fuimos a la mañana por lo que no había demasiada actividad pero sí pudimos ver algunos de los cientos de grafitis que llenan sus muros.  


Para ir a Grecia, y disfrutarla, hay que estar dispuestos a sumergirse en la historia, apreciar grandes obras de arte de la antigüedad y conocer sus tradiciones pero algo fundamental para completar le experiencia es comer, comer y comer. La famosa película de Julia Roberts aquí se habría llamado Comer, probar y amar. Amar esos productos simples y perfectos que cocinan para que alcancen su máximo esplendor y los condimentan a la perfección. A mí me encanta comer y viajando aprendí a comer de todo y a apreciar nuevos sabores al punto que hay muy pocas cosas que no me gustan y que muchas veces prefiero una visita a un mercado a una visita a un museo. Mi preferida tal vez sea la cocina de medio oriente y la griega tiene muchos puntos en común pero es más sutil, más fresca, menos enmascarada con especias por más ricas que éstas sean. Para mí hasta hoy es la cocina más rica del mundo. Prohibido ir a una cadena internacional a comer o tomar café porque hasta el café es exquisito y lo tradicional es tomarlo frío. La experiencia gastronómica se completa visitando otros sitios en el país y probando las especialidades pero aún si visitan sólo Atenas van a encontrar exquisiteces por doquier y a precios muy razonables. 

Entre los restaurantes que visité puedo recomendar Savvas que tiene excelente comida a precios muy buenos y vista a la Acrópolis, y Scholarchio un local típico con muy buen ambiente y comida muy rica. 

Panqueques griegos muy parecidos a nuestros buñuelos, café frío una delicia local, ensalada griega, gyro (shawarma), más ensalada griega y una selección de kebab y gyro al plato, más kebabs, una masa hojaldrada con queso, mousaka y otro gyro. Vale repetir. Más de una vez.

Aprovechando que pasamos dos noches en un departamento compramos algunas cositas para picar e hicimos uso de la licuadora para unos tragos con una super vista a la Acrópolis.


+ info

Transporte

Griselda y yo llegamos en Alitalia desde Buenos Aires con escala en Roma. Desde el aeropuerto tomamos el Bus X95 que nos dejó en Plaza Syntagma y desde allí fuimos caminando hasta el hostel. 

Dentro de la ciudad casi todo se puede hacer caminando y sino se puede tomar el metro que tiene varias líneas y es muy bueno, por ejemplo para ir al puerto Pireo. 


Alojamiento

Como en la primera noche éramos sólo dos, reservamos unas camas en el Pella Inn Hostel que está muy bien ubicado en Psiri, a unos metros de Monastiraki. La habitación era pequeña pero tenía baño privado y el hostel tiene una terraza con bar con una vista increíble e internet gratis que hoy es casi lo más importante. Además gracias a su ubicación hay muchos cafés, bares y restaurantes cerca. 

Las siguientes dos noches, cuando ya éramos cinco, las pasamos en un departamento en Plaka alquilado a través de Hoteles.com. Tuvimos un problema al llegar porque ya estando allí nos avisaron que el departamento reservado no estaba disponible y nos asignaron otro pero por suerte resultó ser inmenso, muy lindo, y con vista al Partenón. Para grupos convienen los departamentos porque terminan siendo mucho más económicos que un hotel y además hay muchísima oferta. 

El departamento tenía una ubicación ideal en Plaka, tres habitaciones, dos baños, living con otra cama, comedor, cocina completa y balcón terraza con vista a la Acrópolis y a una iglesia muy simpática pero que hacía sonar las campanas a cada rato. 


Atracciones

Obviamente en Atenas hay muchos monumentos y museos para visitar y si les gusta la historia y la arquitectura es la ciudad ideal. El ingreso es pago para la mayoría y se puede comprar un ticket combinado para visitar la Acrópolis, el Museo, el Agora, el Templo de Zeus y la Biblioteca de Adriano entre otros, que el año pasado estaba a 30 euros. Si mal no recuerdo la entrada a la Acrópolis costaba 17 euros y al Museo 10. 

Pero si no tienen deseos o tiempo para visitarlos todos en mi opinión basta con tomar un tour o caminar con alguna guía en mano porque la ciudad es un museo a cielo abierto y los monumentos están literalmente en todos lados. El Centro Cultural Niarchos es gratuito para la visita general. 


Compras

La feria cerca de Monastiraki y el barrio de Plaka son los lugares ideales para comprar productos típicos y en medio de souvenirs un poco ordinarios pueden encontrar cosas bastante lindas de cuero, como carteras o sandalias, los típicos vestidos y blusas blancas, comestibles, cosméticos (la marca griega Korres es excelente) y también buena joyería de plata. Sobre la calle Ermou están todas las marcas internacionales como H&M, Mango, Zara, Forever, etc. 

 

Próxima parada: Santorini



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