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Shanghai

Shanghai es una ciudad fantástica, asiática y global, tradicional y moderna, cosmopolita y sobre todo muy viva. 
Es una mega ciudad (24 millones de habitantes) pero tiene una escala muy agradable y no resulta apabullante. 
El contraste con Beijing es grande, o al menos lo fue par a mí en mi primera visita a China ya que en esa ocasión sólo pude conocer la Beijing monumental, con una fuerte presencia del estado, como conté hace unos meses. 
Shanghai en cambio es más libre, por decirlo de alguna manera, hasta las restricciones a internet son más laxas. Hay muchos extranjeros, no sólo paseando sino también viviendo, mucha más gente local habla inglés, en su arquitectura y hasta en el comportamiento de su gente, es una ciudad global, que se nos hace familiar y cercana a otras grandes ciudades del mundo. 
La Shanghai que vemos hoy muestra la gran influencia que tuvieron la ocupación europea y su resurgimiento a fines del siglo pasado. En el siglo XIX fue un punto clave por su puerto y fue escenario fundamental de la famosa Guerra del opio que generaron los ingleses. Para la década del '30 era un centro de negocios y financiero a nivel mundial pero en 1937 cayó en manos de los japoneses y, a pesar de ser refugio de muchos europeos en esos años, para cuando terminó la II GM había perdido las inversiones extranjeras. En los '90 tuvo un espectacular crecimiento comercial y turístico y a las edificaciones de estilo europeo se sumaron torres de vértigo hechas para empresas multinacionales. 
Por suerte no ha perdido su carácter asiático y mantiene, en los rostros de sus habitantes y sobre todo en las costumbres, una gran impronta asiática. Esta mezcla la hace aún más interesante.
Recomiendo fuertemente visitar ambas ciudades para empezar a comprender la complejidad de la cultura china.
Como visité Shanghai en mi primer viaje a China en 2017 con mi amiga Pilar teníamos muy poca información y llegamos a casi todos los lugares medio por casualidad y medio por instinto. Seguramente perdimos de ver bastantes cosa y definitivamente cuatro días en Shanghai no son suficientes para conocerla pero alcanzan para conocer los lugares más típicos y representativos. Como siempre, espero volver para seguir explorando, pero aquí les dejo lo mejor de lo que vi.



El centro de la zona turística es la calle peatonal Nanjing Rd. que vincula la Plaza del Pueblo con el río Huangpu a cuyas orillas están The Bund, el barrio financiero al oeste con impronta europea, y Pudong donde hoy se emplazan las torres más modernas.
El resto de las atracciones se encuentra a orillas del río hacia el sur, hasta el área de la Expo Universal de 2010, y al oeste las zonas de Xitandi y la Concesión Francesa.

Nanjing Road
Esta calle peatonal fue la columna vertebral de nuestros paseos y la caminamos decenas de veces. Allí hay negocios de todo tipo, restaurantes, hoteles. Es corazón de esta zona, frecuentada tanto por turistas como por locales. En general se recorre el tramo entre The Bund y la Plaza del Pueblo pero la calle continúa por varias calles más hacia el oeste con un ambiente más tranquilo ya que hay más oficinas que comercios. 
La arquitectura es de inspiración europea y sino fuera por los anuncios y por la gente, podríamos estar en varias ciudades del mundo, pero la calle cambia su fisonomía por la noche gracias a la iluminación y eso es muy asiático. 
Pero lo más interesante, y es algo que caracteriza las ciudades asiáticas y que me encanta, es que así como Nanjing es prolija y hasta elegante, las calles transversales son un caos de pequeños comercios, venta callejera y todo tipo de vehículos. 

Plaza del Pueblo
Es mucho más que una plaza, es un gran parque adonde además de espacios verdes de muy diverso carácter, hay varios edificios importantes como la el Gran Teatro de Shanghai, el Museo de Shanghai, el Centro de Planificación Urbana y el Auditorio. 
Lo hermoso es que a pesar de la monumentalidad del espacio hay muchos rincones tranquilos para descansar o para que se reúnan los mayores. 


The Bund
Esta zona es como la City de Londres o Wall Street en Nueva York. A principios del siglo XX fue uno de los centros financieros más importantes del mundo, entidades y empresas británicas, alamenas, francesas, japonesas o belgas tenían su sede en un conjunto de edificios construidos frente al río que se extiende por más de 1 km. 
Hacia el sur hay edificios más modernos, un gemelo del toro de Wall Street y el centro cultural Fundación Fosun de Foster + Partners que tiene una fachada dinámica formada por tubos de bronce colgantes pero funciona sólo de día y me lo perdí. Una razón más para volver. 
Una especie de promenade hace a la vez de paseo ribereño y de mirador privilegiado hacia Pudong. 

Pudong
Lo mejor de Pudong es la vista desde The Bund que es simplemente espectacular, especialmente de noche. Tanto que esa vista es en sí misma un verdadero espectáculo y como tal termina a las 22hs cuando se apagan las luces, eso marca el final del show. Esta vista nos resultó hipnótica y cada día que estuvimos en Shanghai pasamos un ratito admirándola. 

Una gran manera de ver ambos lados del río es cruzar en el ferry público, es un paseo increíble por sólo 2 yuanes. 
También se puede cruzar en el subterráneo y también por el Bund Sigthseeing Tunnel que es un trencito subterráneo que ofrece en el trayecto un espectáculo de luces. Es simpático pero no vale lo que cuesta. 
Pudong es el actual centro financiero de Shanghai que comenzó a desarrollarse en los '90. Aquí se encuentra la bolsa y las sedes de las multinacionales más importantes muchas de ellas en algunas de las torres más altas y llamativas del mundo.  
La torre con las bolas en el centro es la Oriental Pearl Tower, una de las primeras, es de telecomunicaciones y tiene un mirador a 350 metros de altura, que no visitamso. Están también el Shanghai World Financial Center, con otro mirador, y la Torre de Shanghai que me encantó por su silueta sinuosa. 
Las calles son bastante inhóspitas y no muy atractivas para caminar pero creo que es porque se trata de un barrio relativamente nuevo al que, como le pasa a Puerto Madero en Buenos Aires, aún le falta vida. 
Hay algunos centros comerciales, una pasarela elevada para salvar el tráfico y el Parque Lujiazui que tenía una exhibición de esculturas que nos encantó. 
De este lado del río el paseo ribereño es mucho más tranquilo y menos concurrido, perfecto para pasear y sentarse a descansar sin que nos rodee una multitud. 

Concesión Francesa
Este llamativo nombre pertenece a un barrio que fue ocupada por los franceses luego de ganar la Segunda Guerra del Opio junto con los ingleses y fue gobernada por ellos, como si fuera Francia por casi un siglo hasta 1946. Fue un reducto europeo y católico y aún hoy mantiene su impronta arquitectónica y es uno de los sitios turísticos más visitados. 
Como en todo nuestro viaje fuimos con muy poca información y llegamos de casualidad así que es probable que nos hayamos perdido algunas zonas pero encontramos unas calles muy lindas con casas y pasajes peatonales y hermosos protegidos por la ciudad que se podían visitar. Pero no está anunciado así que si ven la reja abierta métanse. Es una zona muy linda y tranquila, llena de plátanos en las calles y por eso me hizo acordar a Buenos Aires. 
Les dejo un link que lo comenta mucho mejor que yo. 

Xitiandi
Cerca de la concesión está esta calle comercial muy linda, llena de locales de diseño, bares y restaurantes, además de una calle peatonal muy simpática pero demasiado concurrida. 
Paradojicamente en esta zona tan liberal está el primer congreso del Partido Comunista de China hoy convertido en museo. 

Jardín Yuyuan
En mis posteos anteriores sobre mi viaje a China mencioné varias veces los jardines que son fundamentales en la cultura de este país. Son verdaderas obras de arte con profundo significado estético y simbólico y poseen una gran armonía. 
Fue diseñado en el siglo XVI durante la dinastía Ming inspirado en los jardines imperiales. Yu signfica salud y tranquilidad. 
Este jardín hoy es una importante atracción turística y parte de él fue convertido en un paseo comercial pero a pesar de la cantidad de gente que lo visita a diario es posible admirar su belleza y es definitivamente un imperdible de la ciudad para ir con tiempo de descubrir todos sus rincones y detalles. 
En los alrededores hay un paseo comercial híper turístico pero agradable y aquí encontré una casa de cambio donde pude cambiar dólares sin ningún problema, aprovechen cuando vean una porque no abundan en la ciudad. Además es un buen lugar para comprar regalos desde los souvenirs más clásicos, bien "made in china" como corresponde, a cosas más lindas. Yo por ejemplo compré té en Tea Garden, es rico y viene en unas latas divinas perfectas para regalar. 

Jing'an Sculpture Park
Otro lugar al que llegué de casualidad caminando al oeste por Nanjing Rd. pasando la Plaza del Pueblo. 
Fue construido en 2010 en coincidencia con la Exposición Universal. Aquí se encuentra el Museo de Historia Natural que se complementa perfectamente con las esculturas de gran formato que pueblan este hermoso parque. Algunas son permanentes y otras varían de año a año pero todas son increíbles. Me encantó este lugar, no se lo pierdan. 

Expo 2010
En mi último día en la ciudad elegí visitar la zona donde en 2010 se realizó la Exposición Universal y donde alguno de los edificios fueron conservados, especialmente el pabellón de China que hoy aloja el Museo Chino de Arte.
Este área se ubica sobre el río Hangpu un poco alejada del centro pero se llega perfectamente en metro. Lo malo fue que era lunes y el museo estaba cerrado igual que los demás museos de arte de Shanghai que parecen ser muy buenos, así que tendré que volver. 
En fin, no pude entrar al edificio pero recorrí la zona y les recomiendo NO visitarla un lunes. 

Esa noche estuve hasta último momento en The Bund admirando ese skyline que nunca voy a olvidar y que me encantaría volver a ver al igual que toda Shanghai, una ciudad que apenas conocí y sé que tiene mucho más para explorar. 


+ info


Alojamiento
Nos quedamos en el Blue Mountain Bund Youth Hostel que además de las típicas habitaciones compartidas de los hostels tiene habitaciones privadas. La nuestra era casi un departamento, tenía una planta con el living, el baño y un balcón, y un entrepiso donde estaba la cama. Era muy cómodo, muy bien ubicado a sólo 200m de Nanjing Rd. y de la estación de metro, y a muy buen precio. No incluía desayuno pero había pava eléctrica en la habitación. La vista era buena también, da al río Suzhou. 


Transporte
Metro sin dudas, es excelente, muy extenso, llega hasta el aeropuerto y empieza a funcionar a las 5.30hs. En la zona céntrica traten de fijarse cual es la salida de la estación que les conviene más porque algunas estaciones tienen hasta 10 salidas distintas. 
Los sitios más turísticos se pueden visitar caminando si están cerca de Nanjing Rd. y The Bund. 

Comida
En Shanghai probamos los dumplings más ricos que probé hasta ahora y, como suele pasar, estaban en un local de lo más sencillo muy cerca del hostel. Los hacen al vapor y luego los pasan por la plancha, van perfecto con la salsa picante. El lugar se llama Shanghai Snack, está en la calle Shanxi muy cerca de Nanjing. 
Al lado había un localcito que vendía unos pasteles parecidos a los portugueses que eran riquísimos y compramos más de una vez para desayunar en el hostel. 
Otra de las comidas más ricas la probamos en otro local super simple frente a la Shanghai Railway Station. No podría decirles como se llama el lugar por obvias razones pero está a la izquierda de la estación viéndola de frente. Luego de mirar las fotos comimos un bowl con arroz, verduras y pollo (en mi caso, Pilar elegió pato) que estaba riquísimo y fue ridículamente barato. 
Por supuesto hay para comer de todo, asiático y occidental, barato y carísimo, pero nosotros tratamos de ir a lugares típicos y fue todo muy rico. 


Comunicación
Al igual que en el resto de China las conexiones están restringidas pero en menor medida. Aún sin haber tenido la VPN en ese momento pude acceder a Whatsapp y recibir mails en Gmail esporádicamente. 
Los locales hablan poco inglés pero como es una ciudad en la que residen más extranjeros es posible encontrar algún chino que hable inglés o algún expatriado que nos pueda ayudar. 
Igual sigue siendo imprescindible el traductor y la paciencia!

Compras
Más que referirme a qué se puede comprar (de todo, para simplificar) les recuerdo que pocos lugares aceptan tarjetas de crédito internacionales por lo que es necesario contar con efectivo para casi todo. 

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