En nuestra segunda etapa de viaje por Sicilia dejamos Palermo por la mañana y tomamos el camino de la costa para seguir nuestro camino. Ese día íbamos a visitar Trapani y Erice antes de pasar la noche en Marsala. La ventaja de recorrer Europa en auto es que se pueden visitar varios pueblos y ciudades en el camino y vale la pena hacerlo, aunque sea por un par de horas.
A poco de dejar Palermo nos desviamos para dar un vistazo a Castellammare del Golfo, una hermosa ciudad portuaria en la que paseamos un rato disfrutando del sol mientras veíamos a los pescadores preparando sus redes.
Trapani
Seguimos nuestro camino y la siguiente parada fue Trapani, una ciudad situada en el encuentro de los mares Tirreno y Mediterráneo conocida por sus salinas. Recorrimos el casco histórico caracterizado por su arquitectura barroca y sus calles empedradas en mármol que son realmente muy hermosas.
Como verán en las imágenes las calles estaban casi desiertas a pesar de que la ciudad es cada vez más visitada por los turistas. Por lo que nos comentaron esto se debía a que era lunes y la actividad baja mucho luego del fin de semana.
Después de un almuerzo liviano subimos en el auto hasta Erice situada en lo alto del Monte San Giuliano al noreste de Trapani. Esta ciudad medieval tiene nació como un asentamiento de la tribu Elyrir y luego fue fortificada por los fenicios y luego, al igual que Trapani, ocupada por Cartaginenses y Romanos.
Es una ciudad muy bien preservada que permite disfrutar de hermosas vistas desde lo alto del monte. Uno de sus mayores atractivos son las ruinas del Castillo de Venus, construido por los fenicios y los romanos, dedicado al culto de la diosa Venus de los romanos, Afrodita para los griegos.
Hay un cable carril que une esta ciudad con Trapani.
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