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Sicilia en 5 días (y en auto)

Los recorridos en auto son de las experiencias que más disfruto aunque no manejo, o tal vez por eso. Hace años hice un viaje en Estados Unidos desde Los Angeles a Las Vegas recorriendo varios de los parques nacionales que fue fabuloso y más tarde, nuevamente en EEUU, desde Miami a Nueva Orleans. Viajar en auto nos permite ir a nuestro propio ritmo eligiendo las rutas y las paradas y muchas veces los caminos son tan atractivos como los destinos. 

En el caso de Sicilia rentar un auto es ideal porque las ciudades son cercanas y si bien hay buses e incluso trenes, el viaje en auto suele ser más corto y no hay que ajustarse a sus horarios. Además si son varios pasajeros es bastante económico. 

Por eso y luego de haber escuchado consejos de mucha gente que en los últimos años ha revalorizado esta bella isla, nos decidimos a hacer nuestra travesía en auto alojándonos en puntos clave. Este fue el recorrido: 

Palermo y Cefalu) - Trapani y Erice - Agrigento y el Valle de los Templos - Taormina - Noto, Ortigia y Catania


Hay mucho más para ver pero, como casi siempre, hay que elegir, y creo que elegimos bastante bien.
 

Llegar y salir
Llegamos a Palermo en avión desde Mykonos, con escala en Roma, y luego dejamos la isla con destino a Malta también en avión aunque es posible viajar en ferry. Los trayectos internos los hicimos todos en auto y sobre eso les cuento algunas cosas que no sabíamos antes de viajar. 

Las rutas
Las rutas y autopistas son muy buenas y están muy bien señalizadas, hay varios peajes pero los autos de alquiler tienen incorporado el telepeaje y los costos en general están incluidos en la tarifa. Lo que nos sorprendió es que aunque los pueblos y los centros históricos de las ciudades son espectaculares, el resto (y sobre todo los suburbios) son bastante caóticos y poco atractivos y los trayectos son por pueblos más normales de lo que esperábamos. Igual son viajes cortos, no más de tres horas. 

Las ciudades
En general todas tienen una trama complicada, calles estrechas y cortadas, y es el sur de Italia así que obviamente el tránsito es un caos. Porque además nuestros queridos "tanos" tienen ganas de tomar un cafecito, comprar algo o charlar con alguien simplemente paran, en doble fila obviamente, y se bajan sin preocuparse por quienes vayan detrás. Pero eso es lo que nos gusta de italia no? Así que... paciencia. 
Algo a tener en cuenta es que es muy difícil encontrar el hotel o departamento porque además de lo complicado de las propias ciudades en algunas, como Agrigento, hay horarios con circulación restringida en el casco histórico y no se puede ingresar con autos. Lo mejor es comunicarse con el alojamiento para pedir instrucciones mientas están llegando, en Agrigento y Taromina incluso las personas que nos esperaban nos fueron a buscar al ingreso al centro en su propio auto para que las siguiéramos porque ya habíamos dado mil vueltas. Otra vez... paciencia. 
A pesar de la cantidad de autos no nos costó tanto estacionar cerca de nuestros alojamientos, en la calle hay parquímetros por hora y suele haber una tarifa única por noche o para todo el día, les conviene averiguar en cada sitio. También hay muchos estacionamientos pagos que no son caros. 

El auto
Obviamente depende de la cantidad de personas, nosotras éramos cinco y llevamos la valija más chica que pudimos, cada día era como armar un tetris pero lo logramos. 


Lo más y lo menos
Ya les contaré en cada entrada pero puedo adelantar un poco. 
Me encantan las ciudades caóticas y me sentí como en casa en Palermo y en Catania. Lo que más disfrutamos fueron los mercados, son increíbles, y lamentamos estar tan poco tiempo porque dan ganas de instalarse varios días en un departamento para poder comprar las delicias que venden y cocinarlas fresquitas. 

Nos habían dicho que Taormina era demasiado turística y que no valía tanto la pena. A nosotros nos pareció una belleza total y nos hubiéramos quedado más días disfrutándola. 

Otro sitio que nos fascinó fue Ortigia. Esta pequeña isla situada frente a Siracusa es una maravilla por su arquitectura, su encanto y el mar que la rodea. 


La ciudad que nos decepcionó fue Marsala pero me parece que fue porque caímos en un mal momento. Era lunes y descubrimos (allí y en Trapani por donde pasamos antes) que los lunes hay poca actividad, quizás para descansar del fin de semana, pero en Marsala no pasaba nada de nada. No había nadie en la calle (parecía un pueblo fantasma), los negocios estaban cerrados y el centro histórico era lindo pero el resto dejaba bastante que desear. Por suerte encontramos un restaurante abierto donde comimos unas ricas pastas y nos convidaron... una copa de marsala!
Nos dio tal sensación de desolación que se convirtió en nuestro chiste. Cuando algún lugar o un día es muy aburrido decimos "Marsala". 
Lo otro malo fue que no pudimos disfrutar de las playas pero no porque no fueran bellas sino porque no nos dio el tiempo. Si vuelvo le voy a dedicar mías días a disfrutar del caos de las ciudades, recorrer pequeños pueblos y descansar frente al mar. 


Sicilia
Me gusta preparar los viajes porque siento ese tiempo de investigación y averiguaciones como parte del viaje en sí pero no siempre puedo hacerlo. En este caso llegué a Sicilia presuponiendo lo que era el sur de Italia, diferente del norte, menos glamorosa y tal vez menos desarrollada, muy ruidosa y algo desordenada y, en parte por eso, muy atractiva. Por lo que pude ver en la semana que pasé allí la isla es eso y bastante más. 
Mientras recorríamos más que interesarme profundizar en su vasta historia -que supo de griegos, romanos, bizantinos, árabes, normandos y españoles- o su exquisita arquitectura, me atrajo conocer más sobre su historia moderna. 
En la década del '30 Mussolini ordenó derrotar a la mafia siciliana pero ésta se refugió en la clandestinidad para sobrevivir. En 1943 fue el primer territorio invadido por los Aliados y algunas ciudades sufrieron fuertes bombardeos. En la posguerra buscaron recuperarse y hubo intentos de separatismo que llevaron a que la isla fuera declarada región autónoma pero esto no terminó con los problemas internos y la mafia fue cada vez más poderosa. Entre sus "negocios" estaba la construcción que llevaron adelante en forma abusiva con mala arquitectura e invadiendo incluso paisajes naturales y sitios arqueológicos. Además la industria y el campo fueron mal administrados y decayeron fuertemente. Esto se produjo en complicidad con el poder político y durante ese tiempo hubo numerosos atentados hasta que en los años 90 fueron asesinados los jueces Falcone y Borsellino, hecho que generó el comienzo del cambio de los mismos habitantes contra la Cosa Nostra y del movimiento Mani Pulite. 
Hoy la economía de la isla está ligada a la agricultura, la ganadería y la pesca, además del turismo cultural y de playas que crece cada vez más, pero hay todavía bastante atraso y muchos pueblos del interior se están vaciando, porque sigue siendo una de las regiones más pobres de Europa y continuarían los malos manejos económicos y la corrupción. 
Todo esto es evidente en sus pueblos y ciudades, los tesoros de la antigüedad y los problemas de épocas más recientes. El contraste con el norte, particularmente con Milán que visité hace diez años, es enorme resaltando el estereotipo de norte rico y sur pobre. Pero es una tierra fascinante de la que me hubiera gustado saber más antes de viajar para comprenderla mejor y sin dudas intentaré volver. 



La próxima vez la primera parada: Palermo


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