Ir al contenido principal

Santorini

La segunda parada de nuestro hermoso viaje por Grecia e Italia fue la bella Santorini que ya habíamos visitado en 2011
Al planear un viaje a Grecia uno siempre se pregunta qué islas visitar y hay literalmente decenas de opciones, Santorini y Mykonos son las más conocidas y por ello generan muchas opiniones a favor y en contra. En mi opinión sí es un cliché, sí está invadida de turistas, sí hay montones de islas preciosas en Grecia menos asediadas pero también sí es hermosa, soñada y digna de ser visitada. 
Al planear el viaje nosotras también pensamos en ir a otras islas porque ya habíamos estado en Santorini y Mykonos pero dos de las viajeras no las conocían y yendo a otras islas se nos complicaban las combinaciones con Italia o se nos encarecían mucho. Eso es lo que tienen estas dos islas, hay muchas conexiones tanto en avión como en ferry y termina siendo sencillo visitarlas. En mi próximo viaje (que sinceramente espero tener no solo a Grecia sino a cualquier país del mundo, Covid y la PQTP!!!) definitivamente voy a ir a otras islas pero no me arrepiento para nada de haber vuelto a éstas. 
También como en nuestro primer viaje elegimos ir en temporada baja, aquella vez en octubre y esta vez en mayo. Eso asegura que haya menos gente y precios no tan altos pero el tiempo es bueno así que para mí es ideal a menos, claro, que quieran asistir a las tantas fiestas que hay (o había) porque la temporada alta es de junio a agosto. 

Santorini es una de las islas cícladas del mar Egeo que hace miles de años sufrió la erupción de un volcán que la devastó en parte adquiriendo su forma de media luna. La parte cóncava de la isla, conocida como la caldera en referencia al volcán, es la más escarpada y tiene las vistas más icónicas con las construcciones blancas y azules trepando por las pendientes. Del otro lado la pendiente baja más suavemente hacia el mar formando playas tradicionales en cuanto a su forma pero no en cuanto a la arena porque es volcánica y tiene colores diferentes como rojo, negro o blanco. 

En Santorini hay dos ciudades principales que son Fira y Oia, allí hay gran cantidad de hoteles de todo tipo desde sencillos hasta super lujosos aunque Oia tiene un perfil un poco más alto y no es fácil encontrar algo realmente barato. Esto se debe en parte a que es allí donde pueden tomarse las imagenes que vemos en todos lados con las callecitas bordeadas de edificaciones blancas con ventanas y cúpulas azules, y también disfrutar de su famoso atardecer. Nosotras elegimos alojarnos allí en ambos viajes.
Mi humilde recuerdo de la isla vista desde un café

En nuestro primer viaje visitamos Fira y nos pareció agradable pero no tan linda como Oia y no tuvimos tiempo de ver más pero sepan que se puede optar por una estadía más cercana o directamente sobre la playa (tanto Oia como Fira están en lo más alto de la isla) en Perissa, Kamari o Perívolos y las otras playas que están sobre el lado este. 
Como ven a pesar de que la isla no es gigante hay muchos lugares distintos para alojarse o visitar y en cualquier caso les recomiendo no perderse Oia, aunque sea por un rato. 

Pasamos apenas dos noches y un día en la isla por lo que no pudimos recorrer demasiado pero aún así fue una visita fabulosa. Espero que estas imágenes logren transmitir parte de la belleza del lugar.  

Llegamos muy temprano en la mañana y encontramos la ciudad completamente vacía, aún dormida. 
A eso de las 9 empezaron a salir parejas muy arregladas para sacarse fotos y lamento no haberlos fotografiado a ellos porque son un espectáculo en sí mismos. Hace 10 años esto lo hacían los orientales, hoy los instagramers. 

Nosotras también aprovechamos para una selfie grupal. 
Como verán estaba fresquito pero con el correr de las horas la temperatura subió y el día estuvo nublando pero agradable.

Las capillas y los molinos son hitos en el paisaje pero lo realmente fascinante es observar las construcciones en la ladera, la mayoría hoteles pero todavía queda alguna casa, ver a la gente saliendo a las terrazas y descubrir miles de detalles. Podría quedarme horas sólo mirando. 
La historia de las capillas y ermitas es interesante porque fueron construidas por familias ya que es tradición edificar y mantener una capilla dedicada a un santo. Muchas siguen siendo privadas pero suelen estar abiertas y vale la pena ingresar porque los interiores difieren mucho de la sencilla arquitectura exterior y son muy ornamentados y bellamente iluminados. 

La calle Nik. Nomikou es una de las principales y al caminar hacia el este se vuelve más amplia, casi como una avenida. A lo largo de ella hay restaurantes, locales y más hoteles, algunos super exclusivos. 
En nuestra primera visita nos alojamos en Lauda Suites, sobre esta calle, que era hermoso pero sencillo y hoy es de una categoría superior. 

Esto es vida, no?
Marisú, Lorena y yo aprovechamos que era nuestra segunda visita y pasamos el día en la pileta del hotel que era pequeña pero con una vista inmejorable. Mientras Pilar y Giselda, las más jóvenes, fueron caminando hasta Fira, les llevó una hora y algo llegar y regresaron en bus. 

EL evento absolutamente imperdible en Santorini, y particularmente en Oia, es el atardecer, uno de los hermosos del mundo. Es realmente un momento mágico.

Todo el mundo se reúne en el mirador, sobre la bahía Amoudi, para esperar el momento justo y no es raro escuchar aplausos cuando el sol se empieza a esconder. 

La vista nocturna no está nada mal tampoco. 


+ info

Transporte
Al igual que en el viaje anterior llegamos desde Atenas en ferry pero esta vez tomamos un barco nocturno de Anek Lines con camarote lo cual es a la vez cómodo y económico porque ahorramos la noche de hotel y también pudimos aprovechar el día completo en Atenas antes de partir y en la isla al llegar.
El ferry llegó a las 5 de la mañana al puerto de Fira, allí tomamos un bus hasta la estación de bus local y allí otro hasta Oia adonde llegamos a eso de las 7.30hs. 

El camarote era muy confortable, tenía cuatro literas y baño con ducha. Además en el barco había dos restaurantes y varios sectores con butacas. 


Alojamiento
Con esto tuvimos mucha suerte porque conseguimos un hotel en la caldera muy bien ubicado, muy cómodo, con unas vistas increíbles y a muy buen precio: Residence Suites
La primera vez es imposible ubicarlo porque está en ese laberinto de construcciones sobre la ladera por eso hay que anunciarse en una agencia de viaje que está en la terminal de buses de Oia, desde allí llaman al hotel que envía a alguien a buscar a los pasajeros. Como llegamos muy temprano no pudimos ingresar a la habitación hasta el mediodía pero se esforzaron por limpiar la habitación rápido para que pudiéramos entrar lo antes posible.

La habitación era como un departamento excavado en la montaña con una habitación frontal que hacía las veces de living y tenía una cama, cocina, baño y toilette y dos habitaciones más. Además tenía una linda terracita. La pileta, que en realidad era un jacuzzi grande, estaba en otro sector a unos pocos metros. Por supuesto tenía wifi y el equipamiento básico para preparar un desayuno o una comida sencilla.


Gastronomía
Ya les he contado que la cocina griega es una de las mejores del mundo en mi opinión y casi en cualquier lado y a cualquier precio se puede comer muy bien. Las islas no son la excepción y como siempre conviene aprovechar los productos locales, obviamente aquí la estrella son los productos de mar. 
Los precios son bastante más altos que en Atenas así que si tienen un presupuesto ajustado les recomiendo hacer una de las dos comidas en un restaurante y el resto del día comer un gyro o falafel. 

El desayuno lo hicimos en el único lugar que estaba abierto a las 8 de la mañana, no fue nada griego (pancakes con bananas y nutela) y costó bastante caro pero estaba rico, el café tenía una vista perfecta y no había muchas opciones más. 
Al mediodía comimos algo livianito al paso y nos reservamos para ir a cenar a la bahía Amoudi que es un lugar precioso con varios restaurantes. Comimos pescado, pulpo y la infaltable ensalada griega. 



Próxima parada: Mykonos


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Chicago I

Chicago fue la primera etapa de un viaje por Estados Unidos en el que además visité San Francisco, Los Angeles, Gran Cañón, Monument Valley, Antelope Canyon, Bryce Canyon y Las Vegas. La temática principal era el oeste pero como tuve unos días de desfase con mis compañeras de viaje aproveché para conocer "la ciudad de los vientos". Releyendo esta entrada antes de publicarla noté que por mi relato pareciera que me pasé tres días caminando entre edificios y corriendo de acá para allá para ver todo lo posible en poco tiempo. De alguna manera fue así, estaba sola, tenía muy pocos días para conocer una ciudad muy grande y, si bien me encanta hacer viajes más relajados, también disfruto de esas maratones arquitectónicas que hago cada tanto. Me fascinan las grandes ciudades y la paso muy bien recorriéndolas aún estando sola porque, así como no me iría sola a una playa, a las grandes ciudades sí me animo a ir sola, no tengo miedo de aburrirme, la ciudad me acompaña. Entonces sí,

Tayrona

La ante última etapa de nuestro viaje por Colombia nos llevó al Parque Tayrona hacia donde fuimos con deseos mezclados de ser por un ratito aprendices de Indiana Jones y también de descansar como reinas en unas exclusivas eco cabañas.  Lo primero fue llegar hasta allá.  Dejamos el hotel Tamacá alrededor de las 13 hs después de haber disfrutado lo más posible del desayuno, la pileta y la comodidad de la habitación. El parque Tayrona está a 34 km de Santa Marta y para llegar, si no se quiere pagar un taxi o tomar un tour, hay que viajar alrededor de tres horas. Primero tomamos una buseta ($C 1200 c/u) que atravesó los suburbios menos favorecidos de la ciudad hasta llegar al Mercado de Santa Marta (hay otra línea que va por la costa en un recorrido más corto). Ahí atravesamos todo el mercado que es bastante caótico hasta llegar a donde paran los buses que van al parque. En el mercado, al igual que en otros países de latinoamérica la carne se expone y se vende sin refrigeración así que c

Lisboa

Ultima parada del viaje "Europa 2013" en la bella Lisboa , la de la Baixa y el barrio Alto, la de Fernando Pessoa, la del barrio Alfama y sus fados, la del Marqués de Pombal, la de los pasteles de Belén y los tranvías de madera, la de las colinas y las playas, la de las castañas asadas y los chupitos de Ginjinha, la de las veredas empedradas y las fachadas de colores, la que renació después de un terremoto que la devastó casi por completo y hoy brilla a orillas del Tajo. Mucha Lisboa. Llegamos en tren desde Porto, apenas 2 horas de un viaje más que confortable, hasta nuestro hotel en la Baixa, a unos metros de la Rua Augusta. Porto nos había despedido con lluvia pero Lisboa nos recibió con calor y un precioso cielo blanco y azul. El centro histórico de la ciudad es la Baixa , o Baixa Pombalina, que está al nivel del río (siempre estoy tentada de decir mar de lo amplio que es). Este barrio fue el centro de la reconstrucción luego del terremoto y el tsunami que arrasaron