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Cairo

Nota: Hace un año que no escribo y (afortunadamente) llevo varios viajes de retraso. Veremos si con esta nueva entrada logro recuperar el ritmo. 


El final de nuestro viaje por medio oriente fue grandioso: Egipto, con la increíble ciudad del Cairo, un maravilloso crucero por el mítico Nilo y las fabulosas playas de Sharm El Sheikh sobre el Mar Rojo.
Aunque obviamente es siempre una zona de conflicto, en estos momentos está tranquilo (más o menos) y es propicio para el turismo. Más aún porque los hechos de violencia de años anteriores ahuyentaron a muchos viajeros y hoy es posible visitar los monumentos sin ser aplastados por una horda de turistas.
Como teníamos poco tiempo decidimos contratar todo el recorrido con una agencia y fue una buena decisión. Habitualmente no me gusta viajar con tour y me encanta organizar los viajes por mi cuenta pero para Egipto lo recomiendo sinceramente. El caos es en cierto modo encantador pero creo que si no hubiéramos tenido todo organizado no habríamos podido disfrutar tanto.
Contratamos por internet con Rumbo.es a muy buen precio. Los guías nos acompañaron de principio a fin de nuestra estancia en el país y aunque tuvimos que aguantar una de esas visitas a comercios con los que las agencias tienen acuerdos, una fábrica de papiros muy poco interesante, no fueron pesados y hasta logramos que nos dejaran solas un par de horas para caminar tranquilas.
En definitiva esta tierra de faraones, tesoros increíbles, leyendas y relatos de exploradores me encantó, es vibrante, misteriosa y deslumbrante.
Aquí la primera parada:

Cairo
Reconozco que me gustan las ciudades caóticas así que obviamente Cairo me fascinó aunque me alegré de haberla visitado con guía porque el tráfico es imposible y todo está repleto de gente.
No diría que es una ciudad bella pero definitivamente es muy interesante y vital. Mi recuerdo es el de una ciudad polvorienta donde hasta la arquitectura tiene colores tierra, como si no pudiera despegarse del desierto que la rodea, una ciudad muy densa, llena de gente siempre activa y de autos, autos, autos...



No estuvimos mucho tiempo, apenas 1 día y medio, pero nos alcanzó para ver lo esencial: el Museo del Cairo, la Mezquita de Muhammad Alí, el barrio Copto, el barrio Islámico con el gran mercado y, por supuesto, las pirámides de Giza.


Museo del Cairo
Este museo guarda tesoros increíbles de toda la historia antigua de Egipto, incluido el sarcófago de Tutankamon con todos sus complementos y accesorios, pero quizás su mayor atractivo reside en que la museografía no ha cambiado desde hace más de cien años. Es fácil imaginar en sus salas a los arqueólogos y exploradores que vemos en las películas. Todo es bastante viejo y anticuado, vasijas, objetos funerarios, estatuas, relieves, jeroglíficos, papiros, joyas de oro y piedras preciosas amontonadas, cartelitos escritos a máquina, vitrinas mal iluminadas, capas de polvo que parecen tan milenarias como los objetos, pero todo eso le da carácter y encanto.
* Para sacar fotos en el interior hay que pagar extra. Vale la pena.




Tesoro de Tutankamon
La tumba descubierta por Howard Carter en el Valle de los Reyes estaba formada por una serie de "capillas doradas" dentro de las cuales había tres sarcófagos, además de figuras, objetos y joyas.
Parte de estos hallazgos se exhibe hoy en el museo y es francamente fabuloso, todas las piezas son de una delicadeza y belleza increíbles. 

En estos momentos se está construyendo un nuevo museo en las afueras de la ciudad, cerca de Giza, (de esos que hay que conocer antes de opinar porque por las imágenes no se puede saber bien) pero espero que el antiguo museo siga existiendo.


Barrio Copto
Este barrio en la parte antigua de la ciudad data del siglo IV, allí se asentaron los coptos que fueron de los primeros cristianos. Repite la estructura del barrio islámico con callejuelas intrincadas y estrechas, hay varias iglesias ortodoxas coptas muy hermosas y hasta una sinagoga. Hoy es un lugar turístico con negocios, librerías y restaurantes. Por la religión de sus ocupantes está amurallado y hay controles militares en el exterior.
Acá hago un paréntesis para mencionar que aunque hoy es posible visitar Egipto con aparente tranquilidad, la situación del país y de la región no está en calma, por eso los controles policíacos y militares están por todos lados, especialmente en los sitios turísticos como este barrio y el museo. No hay que asustarse, el clima, al menos cuando nosotras fuimos, es tranquilo y relajado, pero tampoco hay que engañarse, sigue siendo una zona de conflicto y creo que es mejor tener eso claro antes de viajar.



Mezquita Muhammad Ali
Preciosa mezquita situada en lo alto de la ciudadela lo que le da una presencia imponente y permite unas vistas excelentes de la ciudad. Tiene todos los elementos característicos de las mezquitas con sus cúpulas y minaretes, las lámparas colgantes y las alfombras en el interior, y sobre todos los fieles arrodillados en dirección a la Meca.


Cairo desde la Mezquita
Aquí empezamos a experimentar una costumbre de los egipcios con los extranjeros que es a la vez simpática y molesta: el pedido de sacarse fotos con ellos. Nos resultó simpático cuando se trataba de chicas por ejemplo pero en muchos casos nos negamos, es algo a lo que no estamos acostumbrados y causa cierta incomodidad.
Segundo paréntesis para hablar de las viajeras en este país, sobre todo si están solas como nosotras. Da impresión de ser un lugar tranquilo en ese sentido, las mujeres locales van cubiertas en distintos grados pero no parece que las occidentales causemos demasiada impresión. De todos modos las costumbres y creencias son muy distintas y aunque más no sea por respeto, conviene ir cubiertas a pesar del calor. No estuvimos completamente tapadas pero íbamos con un pantalón liviano o un vestido largo y siempre con un pañuelo para cubrirse la cabeza y los hombros en ciertos lugares como las mezquitas. En el crucero nos relajamos porque eramos todos extranjeros, pero eso viene después.


Barrio islámico y el zoco Khan el Khalil
Seguramente la zona más atractiva y encantadora de la ciudad para el turista, este barrio es un laberinto de callecitas rodeadas de mezquitas y edificios hermosísimos por su arquitectura y decoraciones. Además está plagado de negocios donde venden desde antigüedades hasta chucherías y tiene un clima increíble. Pasamos ahí más de medio día y nos hubiéramos quedado más tiempo aún, una de las desventajas de andar con tour.


En el zoco del Cairo un imperdible es el cafè El Fishawy. Un lugar muy pintoresco con toda clase de personajes interesantes y mayormente locales. El café no me gustó nada pero sirven un té de menta muy rico. 

Río Nilo
Aunque la mística del famoso Nilo se relaciona más con el tramo que va desde Luxor hasta Asuan, gracias a Agatha Chistie por ejemplo, Cairo también está atravesado por este río que es el corazón de este país que vive a sus orillas porque el 90% restante del territorio es desértico.
Lamentablemente no pudimos recorrerlo ni disfrutarlo, apenas nos acercamos a él para almorzar en un barco y cenar en una linda costanera, pero no podía dejar de mencionarlo.



Cementerio Musulmán
Lo recorrimos en camioneta y casi no tengo imágenes pero recomiendo la visita porque no es un cementerio sino un barrio completo y por eso lo llaman "la ciudad de los muertos". Las tumbas eran construidas como verdaderas casas con habitaciones y hasta patios, adonde las familias podían ir a "visitar" a sus muertos, pero desde hace tiempo estas edificaciones empezaron a ser ocupadas por personas sin hogar. Se dice que hoy hay 12000 personas viviendo allí. Lo gracioso es que, supuestamente, muchas de las familias de las personas sepultadas lo aceptan porque los ocupantes, aunque ilegales, cuidan las tumbas.


Pirámides de Giza
El verdadero imperdible de Cairo que hay que conocer aunque sea un cliché porque impresionan aunque el crecimiento de la ciudad y la invasión de turistas las haya ido acorralando.
Igual que me pasó con otros grandes monumentos de la humanidad como el Partenón, Petra, Machu Pichu o Teotihuacán, al estar frente a estas maravillas cuesta comprender cabalmente su antigüedad. Pero hay que hacer el esfuerzo porque construir esas gigantescas estructuras sería una proeza aún hoy pero más aún 2500 años antes de Cristo.
Escuché a mucha gente decir que no le habían impresionado pero a mí sí, realmente me parecieron fabulosas, majestuosas y muy bellas por sus proporciones perfectas y la esfinge es simplemente maravillosa.
Es cierto que la ciudad avanzó mucho sobre ellas pero aún es posible percibir, en ciertos ángulos, lo que deben haber sido implantadas en ese inmenso desierto. Me resultaron fascinantes, para quedarse horas mirándolas.
Y los camellos para la foto ayudan a crear el clima, al menos para mí que soy fanática de La Momia, aún de la última entrega con Tom Cruise que es la más absurda de todas.








Un poco más de Cairo
La ciudad tiene una maraña de autopistas, en las que todos parecen conducir sin control (dan un poquito de miedo), y a los lados edificios de viviendas que nos llamaron la atención porque, los más populares, tenían fachadas sin terminar. El guía nos explicó que los impuestos empiezan a pagarse cuando las casas están terminadas y por eso muchos nunca terminan el exterior. Tercer mundo que le dicen, no?
Después de ese día y medio al inicio del viaje tomamos el crucer por el Nilo pero volvimos para pasar una noche antes de viajar a Sharm el Sheik. En esa tarde le pedimos al guía que nos llevara a un shopping porque no habíamos tenido tiempo de comprar durante todo el viaje y camino al centro comercial pudimos ver algunos de los muchos barrios privados que están creciendo en las afueras del Cairo. Un lado poco conocido de esta ciudad que sorprende, o no tanto en realidad, porque muestran el lado más anodino de la globalización de los modos de vida y la arquitectura, se trata de barrios con portones de acceso y garitas de seguridad, como cualquier barrio privado del mundo, y edificios iguales a los de cualquier país. Los centros comerciales se parecen también bastante a los que podemos ver a los lados de las carreteras de Estados Unidos por ejemplo. Seguramente hay mejor calidad de vida allí pero ojalá el centro del Cairo siga manteniendo su identidad por muchos siglos más.


+ info

Transporte y tour
Llegamos por nuestra cuenta desde Jordania en Royal Jordania y en el aeropuerto nos estaba esperando el guía de Rumbo.es que ya había tramitado nuestras visas y nos ayudó a salir del aeropuerto con celeridad.
Dato curioso: a la terminal no puede entrar nadie que no tenga pasaje, trabaje ahí o tenga un permiso especial como los guías, así que el hall está muy tranquilo pero afuera hay cientos de personas con la ñata contra el vidrio.
Dentro de la ciudad nos movimos siempre con el tour así que no puedo hablar del transporte público.

Alojamiento
Estuvimos en el Mercure Le Sphinx, un hotel correcto y nada más. Las instalaciones son cómodas, las habitaciones están bien, toda la zona del lobby está un poco vieja y la piscina es pequeña. La ubicación es buena sólo si se está en tour porque no hay nada interesante alrededor como para salir a caminar, igual nosotras no tuvimos tiempo tampoco. Desde algunos sectores se ven las pirámides.

Compras
Realmente no tuvimos tiempo de comprar pero en el bazar obviamente se encuentran todas las chucherías habidas y por haber. Yo compré solamente unos fanales chiquitos de supuesto alabastro muy simpáticos y nada más porque, por suerte, tengo varios mercados y bazares en mi haber y tampoco hay tanta cosa que una pueda comprar.
En los centros comerciales, ubicados en las afueras de la ciudad, están todas las marcas internacionales como H&M o Zara.

Comida
Exquisita! Similar a la de todo oriente medio, con nombres propios que no recuerdo, pero siempre hay puré de berenjenas y de garbanzos, arrolladitos de hoja de parra, kippe y similares, falafel y una salsa de tahine que no había probado nunca y es riquísima.
Obviamente recomiendo comer siempre eso y no buscar lo occidental porque sería un desperdicio.



Próxima parada: el crucero por el Nilo


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