Ir al contenido principal

Concepción y Chiloe

Hace varios años, cuando todavía estaba en la Facultad de Arquitectura, asistí a una conferencia de Edward Rojas, un arquitecto radicado desde hace treinta años en Chiloe que se ha dedicado a valorizar y recuperar la cultura arquitectónica del archipiélago. Rojas nos mostró la fascinante geografía de la isla y la maravillosa arquitectura en madera que la distingue al punto de que las célebres iglesias fueron declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO. Ese día supe que tenía que conocer Chiloe.
Hace dos años asistí aun seminario de arquitectura que se desarrolló en Concepción y Chiloe y, por fin, pude conocerlo.


Mi viaje comenzó por Concepción adonde llegué luego de una noche en bus desde Santiago, el viaje dura unas seis horas (U$S 15/20).
Concepción está en la región centro-sur de Chile y es la capital de la región del Bío-Bío. Hoy es una ciudad importante dentro del país, aunque su conformación no lo demuestre porque es de escala mediana, sin grandes atractivos arquitectónicos. De todos modos, es una ciudad muy agradable para caminar tanto por el centro como por los sectores más residenciales y por la orilla del río.


En Concepción hay dos universidades muy importantes, la Universidad del Bío-Bío y la Universidad de Concepción cuyo campus merece ser visitado. Está inspirado en los campus de las universidades norteamericanas y tiene hermosos espacios verdes, abiertos al público en general. Además, en la Pinacoteca está el mural Presencia de América Latina, de Jorge González Camarena, una conmovedora obra.


Otro de los lugares que me atrajo es el nuevo Centro Cívico, obra de los arquitectos Smiljan Radic Clarke, Eduardo Castillo Ramírez, y Ricardo Serpell Carriquiry, que recuperó la Antigua Estación Central de la Ciudad. Esta obra es parte del Plan de Recuperación de la Ribera Norte del Biobío, aún en marcha, del que ya se construyeron una estación de buses, el Biotren y un paseo costanero.
La Antigua Estación Central es un edificio muy interesante, construido en 1941 por el arquitecto Luis Herrero, conformado por un volumen horizontal equilibrado por la torre reloj, hoy pintada de un vibrante color rojo. En el interior tiene murales de Gregorio De La Fuente.


Luego de cuatro días en Concepción partimos hacia Chiloe. Nosotros fuimos en un charter pero hay buses entre Santiago y Castro, la capital provincial. El viaje dura 17 horas (U$S 50), también se puede llegar en avión. En nuestro recorrido nos detuvimos en Temuco para almorzar en el mercado. Luego continuamos hasta la Isla Grande adonde se llega, obviamente, después de cruzar el Canal del Chacao en transbordador, en un viaje de 25 minutos.
El archipiélago de Chiloe está formado por 40 islas, 35 de ellas habitadas, de las cuales la más importante es la Isla Grande. Tiene paisajes muy atractivos y una fabulosa arquitectura en madera y las casas sobre palafitos que la distinguen.


Llegamos a Castro de noche y lo único que pudimos ver en el camino al hotel fueron las callecitas empinadas que pudimos disfrutar a la mañana siguiente junto con la maravillosa vista al mar interior. Esta ciudad, quizás por ser la capital y la más activa de la isla, ha sufrido muchas modificaciones pero tiene un encanto muy particular.


Como principal ejemplo de la arquitectura vernácula está la Iglesia San Francisco de Castro que tiene su origen en una capilla construida en el siglo XVIII por los jesuitas que se incendió en 1857 y fue reemplazada por otro templo que también se incendió en 1902. El actual edificio, completamente construido en madera y chapa, comenzó a edificarse en 1910.


Otro de los atractivos de Castro es el Mercado que se encuentra sobre la costanera, donde pueden conseguirse productos regionales y artesanías, la especialidad de esta zona de Chile son los tejidos y los objetos de madera. También Castro tiene un Museo de Arte Moderno que funciona en una serie de antiguos galpones.
Al haber tenido la suerte de compartir ese viaje a Chiloe con el Arq. Edward Rojas no puedo dejar de mencionar su estudio, el taller Puertazul.


Si pueden traten de dar un paseo en barco porque así se puede ver la ciudad desde el agua y pasear un poco por el archipiélago. Nosotros viajamos en un barco pesquero y nos agasajaron con un curanto en olla que tenía mejillones, cerdo, papa, pan y montones de cosas más. Aunque parezca extraño, estaba bastante rico.


Solo estuvimos dos días en Chiloe pero llegamos a visitar algunas de las Iglesias Patrimonio Mundial como las de Nercón, Vilipulli y Chonchi, donde me gustaría quedarme la próxima vez que vaya a Chiloe. Es un lugar lindísimo, mejor preservado que Castro, con un mercado genial.



Enlaces
Turismo en Chiloe, página oficial
Turismo en Chiloe, página oficial nacional
Turismo en Chiloe
Murales de Concepción

Comentarios

  1. Hola Laura

    Gracias por tu Blog, esta muy lindo y me entanta tu espiritu viajero =o)

    Un abrazo muy fuerte y sigue llenando la mochila de lindas historias.

    Saludos, Claudia

    ResponderEliminar
  2. Gracias Claudia por tu comentario

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Chicago I

Chicago fue la primera etapa de un viaje por Estados Unidos en el que además visité San Francisco, Los Angeles, Gran Cañón, Monument Valley, Antelope Canyon, Bryce Canyon y Las Vegas. La temática principal era el oeste pero como tuve unos días de desfase con mis compañeras de viaje aproveché para conocer "la ciudad de los vientos". Releyendo esta entrada antes de publicarla noté que por mi relato pareciera que me pasé tres días caminando entre edificios y corriendo de acá para allá para ver todo lo posible en poco tiempo. De alguna manera fue así, estaba sola, tenía muy pocos días para conocer una ciudad muy grande y, si bien me encanta hacer viajes más relajados, también disfruto de esas maratones arquitectónicas que hago cada tanto. Me fascinan las grandes ciudades y la paso muy bien recorriéndolas aún estando sola porque, así como no me iría sola a una playa, a las grandes ciudades sí me animo a ir sola, no tengo miedo de aburrirme, la ciudad me acompaña. Entonces sí,

Tayrona

La ante última etapa de nuestro viaje por Colombia nos llevó al Parque Tayrona hacia donde fuimos con deseos mezclados de ser por un ratito aprendices de Indiana Jones y también de descansar como reinas en unas exclusivas eco cabañas.  Lo primero fue llegar hasta allá.  Dejamos el hotel Tamacá alrededor de las 13 hs después de haber disfrutado lo más posible del desayuno, la pileta y la comodidad de la habitación. El parque Tayrona está a 34 km de Santa Marta y para llegar, si no se quiere pagar un taxi o tomar un tour, hay que viajar alrededor de tres horas. Primero tomamos una buseta ($C 1200 c/u) que atravesó los suburbios menos favorecidos de la ciudad hasta llegar al Mercado de Santa Marta (hay otra línea que va por la costa en un recorrido más corto). Ahí atravesamos todo el mercado que es bastante caótico hasta llegar a donde paran los buses que van al parque. En el mercado, al igual que en otros países de latinoamérica la carne se expone y se vende sin refrigeración así que c

Lisboa

Ultima parada del viaje "Europa 2013" en la bella Lisboa , la de la Baixa y el barrio Alto, la de Fernando Pessoa, la del barrio Alfama y sus fados, la del Marqués de Pombal, la de los pasteles de Belén y los tranvías de madera, la de las colinas y las playas, la de las castañas asadas y los chupitos de Ginjinha, la de las veredas empedradas y las fachadas de colores, la que renació después de un terremoto que la devastó casi por completo y hoy brilla a orillas del Tajo. Mucha Lisboa. Llegamos en tren desde Porto, apenas 2 horas de un viaje más que confortable, hasta nuestro hotel en la Baixa, a unos metros de la Rua Augusta. Porto nos había despedido con lluvia pero Lisboa nos recibió con calor y un precioso cielo blanco y azul. El centro histórico de la ciudad es la Baixa , o Baixa Pombalina, que está al nivel del río (siempre estoy tentada de decir mar de lo amplio que es). Este barrio fue el centro de la reconstrucción luego del terremoto y el tsunami que arrasaron