Shanghai es una ciudad fantástica, asiática y global, tradicional y moderna, cosmopolita y sobre todo muy viva. Es una mega ciudad (24 millones de habitantes) pero tiene una escala muy agradable y no resulta apabullante. El contraste con Beijing es grande, o al menos lo fue par a mí en mi primera visita a China ya que en esa ocasión sólo pude conocer la Beijing monumental, con una fuerte presencia del estado, como conté hace unos meses. Shanghai en cambio es más libre, por decirlo de alguna manera, hasta las restricciones a internet son más laxas. Hay muchos extranjeros, no sólo paseando sino también viviendo, mucha más gente local habla inglés, en su arquitectura y hasta en el comportamiento de su gente, es una ciudad global, que se nos hace familiar y cercana a otras grandes ciudades del mundo. La Shanghai que vemos hoy muestra la gran influencia que tuvieron la ocupación europea y su resurgimiento a fines del siglo pasado. En el siglo XIX fue un punto cl...